
La fobia espacial es la más frecuente, y se manifiesta de dos maneras aparentemente opuestas: en el miedo de salir o la angustia de las calles, en el miedo a los espacios descubiertos (agorafobia). Y, en segundo lugar, en el temor a lo contrario: a los espacios cerrados (claustrofobia). Lo más común es la claustrofobia es el miedo a quedar atrapado en ascensores, oficinas, restaurantes, iglesias o túneles. La persona que lo padece intenta evitar emtrar en esas situaciones pero si algo les conduce a ella busca rapidamente la manera de salir, La gente que padece agarofobia suelen hacer lo que se llama "conductas de evitación", es decir, evitan hacer cosas.
La otra categoría de fobia está relacionada con el medio social. Son, en este caso, las relaciones individuales o colectivas con el prójimo o con los animales las que constituyen el objeto de la angustia pavorosa. Se pueden incluir en esta categoría la fobia a ruborizarse, a mirar a la cara a algunas personas, a escribir delante de otros (conocido como el "síndrome del escribiente" y padecido por funcionarios que rellenan documentos delante de los clientes) o el miedo a contagiarse, que conduce al aislamiento social o se manifiesta en la costumbre de lavarse las manos repetidas veces a lo largo del día, o el miedo a tocar barandillas o picaportes, a utilizar servicios públicos, o a entrar en bares o restaurantes, todo ello por miedo a la invasión de gérmenes procedentes de personas enfermas u objetos contaminados.
Llegados a este punto nos preguntaremos si las fobias se pueden curar y la respuesta es que si y dependiendo de la intensidad hay varias maneras. Las menos graves pueden ser tratadas por uno mismo pero son necesarios algunos requisitos:
* Tener ganas de curarse. Estar decidido. Hay quien utiliza la fobia como excusa para no afrontar situaciones y no manifiesta una voluntad real, un compromiso personal, de eliminarla.
* Imaginarse a uno mismo enfrentando la situación fóbica.
* Saber que poco a poco tendremos que exponernos a la situación que nos da "miedo".
* Valorar los logros por minimos que sean y ser recompensados por ellos, ya que aunque para los que no padecen esa situación es facilmente superable para la persona afectada se le hace un mundo.
Cuando los padecimientos fóbicos son más severlos, conviene ponerse en manos de profesionales competentes. Entonces hay varios tipos de tratamiento, a veces combinados:
* Tratamiento farmaciológico.
* Mediante tratamientos conductuales, que consisten en una desensibilización sistemática por la cual el individuo, utilizando métodos de relajación (la sofrología funciona bien), se va exponiendo progresivamente a la situación que le produce la fobia hasta que consigue superarla totalmente. Es el método que utilizan las compañías aéreas que ayudan a sus clientes a combatir la fobia a volar.
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